Con la presencia del Rector de la UADER, la Decana de la FHAyCS, la fotógrafa Anita Cabral, María Luz Piérola, Cristela Piérola y Gustavo Piérola; se llevó a cabo la inauguración de la exposición fotográfica que reúne Imágenes documentales sobre la evolución del monumento a la Masacre de Margarita Belén. La actividad se desarrolló el pasado viernes 8 de abril en el Salón de actos de la escuela Normal «José María Torres».
La inauguración y exposición de la muestra es una actividad que se enmarca en el Programa «Memorias a cuarenta años del Golpe. Nunca más» aprobado por el Consejo Directivo de esta Facultad; Este Programa trabaja acerca de los 40 años del Golpe Cívico Militar al interior de las distintas instituciones educativas que conforman la FHAyCS.
Conformaron el Panel María Luz Piérola del Área Memorias y Derechos Humanos de la Facultad, quien fuera alumna de esta Escuela Normal y presidenta del Centro de estudiantes secundarios; Gustavo Piérola, Cristela Piérola, familiares y querellantes de la causa Margarita Belén y siguen buscando a Fernando, Anita Cabral, la realizadora de la Muestra, Rosario Badano, decana de nuestra Facultad y Anibal Satler; Rector de la Universidad Autónoma de Entre Ríos.
El trabajo de Anita Cabral, fue el resultado de documentar fotográficamente la evolución del monumento a la Masacre de Margarita Belén realizado por el artista plástico Luis Díaz Córdoba en la provincia de Chaco.
María Luz Piérola inició las intervenciones, dando cuenta de la propuesta de la muestra en la Facultad; el rescate del trabajo de Anita, que es de Paraná, y como ella pudo retratar desde la sencillez esta obra de arte. María Luz resaltó la tarea de su madre Amanda Mayor, también artista, su búsqueda, su lucha.
También destacó que un ex alumno de la escuela Normal, Reinaldo Zapata Soñez fue una de las víctimas de la masacre; una de las más grandes durante la dictadura cívico-militar.
Seguidamente, Gustavo Piérola relató la historia de Margarita Belén y como se desarrollaron los hechos; y la historia de Fernando. Cristela Piérola finalmente habló sobre Fernando, sobre la familia y lo que había sido toda esta lucha. Dejó como mensaje que los juicios deben seguir, la lucha por el rescate de los cuerpos que también tienen que ser política de estado, y el esclarecimiento de la masacre de Margarita Belén.
Con pocas palabras, Anita Cabral hizo referencia a su obra. Ella acompañaba a su esposo, camionero, y se encontró con el monumento que la impacto. «Lo hice de corazón» fue lo que expresó.
A continuación tomó la palabra María del Rosario Badano, quien hizo referencia a por qué pensar una política de memoria en la Universidad. «Margarita Belén es un hecho genocida de un Estado totalitario. Asesinato de personas indefensas, ausencia de normas, suma de poder y control». Y agregó: «las políticas de la memoria implican no al olvido, el olvido es una operatoria para la impunidad». Respecto de la muestra y el monumento sostuvo: «es una marca, que actúa como alerta a la memoria y las fotos narran la historia. Arte y narración para disputar la historia hegemónica».
Para culminar con el Panel, tomó la palabra el Rector, visiblemente emocionado. Conmovido por la historia de la familia Piérola y lo vivido por estos jóvenes militantes, sostuvo: «Las palabras de sus hermanos nos llegan a lo más profundo y es imposible no conmoverse. Valoro el papel de Amanda, que desde la lucha y desde el arte nos convocó a seguir pidiendo justicia y no decaer». Sattler remarcó la política de la facultad de humanidades, que marca el camino en las políticas de la memoria: «Valoro la sensibilidad y convicción de Ana, y sus fotos como disparador colectivo».
Sobre Margarita Belén
Se conoce como «Masacre de Margarita Belén» a la tortura y el posterior asesinato de un grupo de detenidos políticos en un operativo conjunto del Ejército Argentino y la Policía del Chaco, ocurrido el 13 de diciembre de 1976. En realidad se trató de un fusilamiento clandestino que fue disfrazado de enfrentamiento, sucedido en cercanías de la localidad de Margarita Belén, cuando se realizaba el traslado de los detenidos de Resistencia a Formosa.
De acuerdo a distintos documentos oficiales de la dictadura prueban el alto grado de planificación que tuvo la Masacre. Según los mismos, las víctimas eran presos políticos que habían sido trasladados, el día antes, desde distintos Centros Clandestinos de Detención a la Alcaidía, donde fueron torturados y posteriormente, maniatados y extenuados, fueron trasladados hacia la Ruta 11 y posteriormente ejecutados.
El 16 de mayo de 2011 fueron condenados a prisión perpetua ocho militares, considerados autores materiales de los homicidios. Mientras tanto la investigación judicial continúa con más de veinte imputados, entre colaboradores civiles, funcionarios judiciales, y aún resta resolver la restitución de los cuerpos de los asesinados que permanecen desaparecidos.
Los militantes caídos
Los caídos en la masacre eran jóvenes, militantes sociales y políticos de la Argentina de los 70, comprometidos con un proyecto común de justicia social y luchando por la igualdad y el socialismo nacional y latinoamericano. A pesar de que nunca fueron juzgados, sin embargo esos militantes fueron masacrados, salvajemente torturados y finalmente fusilados.
El recuerdo de sus vidas está presente en las familias, en los amigos, y en muchos más que apostamos a hacer crecer desde la memoria; porque no hay justicia sin memoria y castigo a los asesinos y a los abusadores del poder.
Ellos son:
Carlos Alberto Duarte, Carlos Alberto Zamudio, Luís Ángel Barco
Luís Arturo Franzen, Manuel Parodi Ocampo, Mario Cuevas, Néstor, Carlos Sala, Patricio Blas Tierno, Luís Alberto Díaz, Alcides Bosch, Emma Beatriz Cabral, Julio Andrés Pereyra, de quienes se recuperaron sus restos.
Delicia González, Dora Beatriz Noriega, Eduardo Fernández, Fernando Gabriel Piérola, Carlos Enrique Tereszecuk, Ramón Luciano Díaz, Juan Ramón Vargas, Raúl Antonio Méndez, Raúl María Caire, Reynald Amalio Zapata Soñéz, Roberto Horacio Yedro, Tomás Rojas, quienes continúan desaparecidos.
El Monumento
En homenaje a las víctimas, se erige un monumento, obra del escultor chaqueño Luis Díaz Córdoba, levantado en 1997. Las figuras, colocadas sobre plataformas, recrean el momento del fusilamiento.
El conjunto escultórico ha logrado transmitir el sentimiento trágico de la matanza, dejando en el sitio el hito que rompe la indiferencia del viajero, recuperando la memoria acerca de las víctimas para las futuras generaciones.
Desde el año 2005 se declaró Monumento y Lugar Histórico Nacional a las esculturas de las víctimas de La Masacre de Margarita Belén, y Lugar Histórico al sitio donde ocurriera la masacre.
Al poco tiempo de su construcción, el monumento sufrió destrozos pero posteriormente fue reparado.
Datos de la Fotógrafa
Anita Cabral nació en 1943 en Entre Ríos. Desde 1977 reside en Casilda, Santa Fe, donde formó familia y tuvo tres hijos.
En 1995 ingresó al Fotoclub Casilda donde participó en clases de apoyo. Trabajó como asistente capacitadora junto al fotógrafo Daniel Landrein en cursos de fotografía artística, retrato e iluminación. Expuso en muestras individuales y colectivas. Recibió premios: en la exposición realizada en conmemoración de los 30 años de Radio Casilda, Agroservicios Pampeanos utilizó imágenes suyas en un almanaque de «Todo Campo», tuvo mención en una muestra de Derechos Humanos en Casilda y algunas de sus imágenes fueron seleccionadas para las tarjetas de salutación de fin de año de LALCEC Casilda.
Donde va, Anita retrata personas, rostros, imágenes de la vida cotidiana, costumbres, paisajes, flora y fauna del lugar. Su perfil humano refleja gran sensibilidad a las realidades sociales; a través de sus fotografías ella capta la vida real de los lugares que visita, haciendo visible lo que otros no pueden o no quiere ver.
Ese trabajo en Margarita Belén fue plasmado en frecuentes viajes realizados junto a su esposo, Carlos Roque Pellegrini, registrando con su cámara los cambios producidos en ese monumento, impresionante recordatorio de nuestro pasado reciente.
:: Comunicación Institucional FHAyCS Uader