La actividad se desarrolló el pasado 10 de junio en el Salón de Actos de la Escuela Normal «José María Torres» y contó con una multitudinaria concurrencia de profesionales del campo y estudiantes. Participaron como panelistas la decana de la FHAyCS, Mgs. María del Rosario Badano; la Secretaria Académica, Prof. Liliana Barsanti; el director de Salud Mental de Entre Ríos, Dr. Carlos Berbara, entre otros disertantes. La conferencia central, en tanto, estuvo a cargo del Lic. Gustavo Rossi, docente de la UBA.
La Jornadafue organizada por la Asociación de Acompañantes Terapéuticos del Paraná (A.Te.P.), la cátedra Seminario de Acompañamiento Terapéutico de la FHAyCS y la Red de Asociaciones de Acompañantes Terapéuticos.
Las palabras de bienvenida, en representación de los organizadores del encuentro, estuvieron a cargo del presidente de la A.Te.P., AT Heraldo Cabaña, quien agradeció a los que hicieron posible la actividad, a la comisión directiva de la Asociación, a la FHAyCS, y a las instituciones que adhirieron.
«La idea desde la Asociación, cuando se pensó en esta Jornada, fue la de crear un espacio de discusión en el que podamos conocer y visibilizar lo que en materia de acompañamiento terapéutico se viene trabajando, no solo en la provincia sino en las distintas regiones del país porque hay distintas formaciones, y no tenemos una regulación de la práctica del AT a nivel nacional. El desafío es comenzar a crear estos espacios para discutir cual es esa regulación posible que necesita nuestra práctica», señaló Cabaña.
Primera Mesa
La primera mesa se denominó «El lugar del Estado en la formación, inclusión y regulación del Acompañamiento Terapéutico».
Palabras de la Asesora Legal de la A.Te.P.
La primera intervención estuvo a cargo de la Abogada Elena Albornos, Asesora Legal de la Asociación de A.Te.P. Su disertación estuvo circunscripta al marco jurídico de los Acompañantes Terapéuticos. Consideró que «la figura del AT se encuentra hoy con una jerarquía importante, sobre todo a partir de la sanción del código civil y comercial de la Nación, que comenzó a regir el 1 de agosto del 2015». «Digo esto porque los AT son agentes de la salud vinculados directamente con problemas que tienen que ver con la salud mental y la discapacidad; y en este sentido nuestro nuevo código ha incorporado todo el bloque constitucional que ya había sido definido en el año 1994, cuando se reformó la Constitución Nacional, allí se incorporaron con la misma categoría de norma constitucional a los tratados internacionales suscriptos por la Argentina, y entre ellos los tratados de Derechos humanos», afirmó.
«El código civil,en su primer artículo, establece que una de las fuentes principales para el dictado de las sentencias por parte de los jueces son los tratados internacionales de DD.HH. Y dentro de esos tratados, el código civil lo que ha hecho es proteger a la persona humana y su dignidad; y aparece un tema importante que es el cambio que ha tenido con respecto al paradigmade la capacidad», agregó.
La Asesora Legal trazó una comparación con lo que establecía el código de Vélez Sarsfield, que es un código del Siglo XIX, y que entendía la capacidad como un atributo de la persona; y la diferencia con el nuevo código es que la interpreta como un derecho humano
En ese sentido, Albornos recordó que «en el año 2010se dictó la Ley de Salud Mental que también cambió el paradigma de la salud mental en la Argentina, con el mismo concepto que hoy trae el código. Se considera a la persona humana en toda su dignidad, a la que hay que acompañar para que se pueda desarrollar y no encerrarla, como fue el paradigma que existía antes en nuestro país con respecto de la salud mental».
Palabras del Director de Salud Mental de Entre Ríos
Por su parte, el director de Salud Mental de Entre Ríos, Dr. Carlos Berbara, dio cuenta de la perspectiva desde la cual están trabajando con el equipo de gestión, en lo que respecta al trabajo mancomunado con acompañantes terapéuticos en el territorio.
La charla del Dr. Berbarapuso el acento en tres dimensiones que comprenden el trabajo del Acompañante Terapéutico: ellas son las dimensiones políticas, la clínica y la estratégica o situacional.
En cuanto a la dimensión política, el funcionario dejó en claro que el equipo de gestión que encabeza «considera al Acompañamiento Terapéutico como una pieza protagónica que integran los equipos asistenciales como una modalidad sustitutiva de las lógicas manicomiales, desplegadas en nuestro territorio y en nuestras instituciones».
«Se viene discutiendo muchísimo acerca de cómo los dispositivos, los territorios y las instituciones van a ir modificando las estrategias de abordajes terapéuticos y diagnósticos vinculadas a las dolencias que asistimos. También acerca de cómo cambiar la idea de trabajo de salas de internación hacia dispositivos ambulatorios, si es necesario o indispensable recurrir a casas de medio camino, de qué manera se va a trabajar con la problemática de adicciones. En este terreno consideramos que el acompañante terapéutico es una pieza fundamental para poder sustituir las viejas lógicas manicomiales», detalló.
«Esto va de la mano de nuestra sostenida militancia a la adhesión provincial a la Ley Nacional de Salud Mental, donde se abre claramente la necesidad de constituir equipos interdisciplinarios. Si bien en muchos de sus artículos se destaca la participación clásica del Psicólogo y del Psiquiatra en intervenciones claves o las más críticas como son las internaciones, las internaciones involuntarias, declaraciones de incapacidad; también menciona que una de las profesiones que tiene que estar presente,y si o si acompañada por una disciplina del campo de la salud mental, así que bien podría ser un psicólogo o un psiquiatra acompañado por un AT para definir situaciones de las más críticas en lo que respecta a diagnósticos y tratamientos en el terreno de la salud mental. De esta manera se abren nuevos escenarios que van definiendo incumbencias, en este sentido, la inclusión del recurso humano del acompañante viene siendo una estrategia de este equipo de gestión», comentóBerbara.
En cuanto a la dimensión Clínica, el Profesional de la salud consideró que la misma «no puede estar escindida de la mirada de la dimensión política». «Cuando hablamos de este recurso humano formado como acompañante terapéutico, fundamentalmente por la disposición temporal en lo que respecta a la clínica, consideramos que es un elemento clave la dimensión temporal a la hora de considerar distintas decisiones diagnósticas y fundamentalmente terapéuticas que sean sustitutivas de las lógicas manicomiales», sostuvo Berbara; y comparó que “el tiempo es a la salud mental lo que la anatomía patológica es a la clínica médica”. Por eso es tan importante para nosotros cuando trabajamos alguna dimensión diagnóstica, en el caso de las internaciones por ejemplo, hablar con los enfermeros, que son quienes conviven con los pacientes mucho tiempo y que tienen un termómetro muy fino a la hora de hablar de diagnóstico y de resultados terapéuticos”, explicó.
Palabras de la Decana de la FHAyCS
La disertación de la decana de la FHAyCS, Mg María del Rosario Badano, estuvo planteada desde las recomendaciones formuladas a las Universidades Públicas desde la Ley Nacional de Salud Mental. Se refirió a tres ideas «que cabalgan desde la formación al espacio profesional, al encuentro con la ley y a la transformación de estas intervenciones en función del buen vivir, a pesar del padecimiento». Tiene que ver con lo que definió como «los tres núcleos duros que plantea la Ley de Salud Mental: uno viene a ser el sujeto de derecho, el otro tiene que ver con los procesos de inclusión y el tercero con la interdisciplina».
Desde el lugar de la conducción política de la institución educativa, Badanoaseguró que «el tema de la concreción de una Ley de Salud Mental, como la de nuevos espacios y formatos, tiene una cierta memoria y una cierta búsqueda en nuestra sociedad y en los campos disciplinares de los Psicólogos y de los Psiquiatras; y que van planteando y recuperando distintos momentos y diferentes miradas, hasta que se concreta finalmente en el 2010». «Es a la vez un acto de cierre e inaugural de una propuesta que venía siendo debatida, sospechada o desafiada desde distintos dispositivos y maneras de pensar la salud mental y los padecimientos», precisó.
«En esta Facultad se genera la carrera de Acompañante Terapéutico como única carrera universitaria en el país, con la cual vamos construyendo una manera de andar. Vamos reflexionando sobre ella, los egresados nos ayudan muchísimo a repensar acerca de lo que pasó con ellos; acompañamos el tema de la inclusión en la ley”, expresó Badano. Además advirtió acerca de que el Acompañamiento Terapéutico no se transforme en una profesión liberal, sino que debe ser “una profesión que adquiriera sentido y singularidad en el colectivo».
«Todas estas búsquedas dieron como resultado que el año pasado reformuláramos el plan de estudio. Y esto que fue visto en un primer momento como una mirada que de corto alcance, un título intermedio de la carrera de Psicología, hoy tiene una singularidad y una especificidad propia. El Acompañante Terapéutico no es un término medio de alguien que no alcanza a ser Psicólogo y hace un seminario; sino que tiene toda una batería teórica, metodológica, epistemológica y política, porque se constituye otro sujeto técnico que el anterior, en función de un plan que fue hecho colectivamente, en el que participaron los egresados, los estudiantes y los docentes y del cual estamos orgullosos, porque es una construcción en la que todos pudimos poner algo y vernos», relató la Decana.
En su alocución, la Decana fue reflexionando con el público acerca de «como uno va formando a alguien mientras se va transformando en lo que quiere llegar a ser; y como esa transformación implica modificaciones a las representaciones políticas y prácticas en la que hemos sido construidos».
Otro aspecto planteado por la Decana con referencia a la formación específica del Acompañamiento Terapéutico, en el cambio del plan de estudio, tiene que ver con una perspectiva geopolítica del conocimiento. «Estamos construyendo desde la ciudad de Paraná, desde su historia, desde las trayectorias de las direcciones de Salud Mental que ha tenido esta provincia, desde el tránsito del Hospital Escuela a sus primeros momentos del Hospital Roballos. No estamos construyendo esta propuesta por fuera de los sujetos históricos que somos cada uno de nosotros, sino en la memoria disciplinar del campo y en la memoria personal de la psiquiatría, de la psicología, del acompañamiento; quiero hacer jugar esto porque me parece que está bien ligado a la tarea que el Acompañante Terapéutico realiza, no en un nivel de subalternidad, respecto de las demás posiciones en el campo en cuanto a las profesiones, sino a un lugar específico en el cual esta singularidad encaja con una totalidad», indicó Badano.
«Hay algo que trabajamos desde las epistemologías del Sur, para decir que el neoliberalismo nos expande el presente porque nos contrae el futuro, pensando que el futuro no nos pertenece, y que el futuro es social, mientras que el presente es personal. Nosotros planteamos que si somos capaces de trabajar una multiplicidad de presentes, se expande el presente y se contrae el futuro porque se hace posible la intervención y el cambio; lo estoy diciendo en clave de la intervención de ustedes, no en cave de un trabajo de investigación social y política. Entonces, cuantos presentes llegaría a cartografiar un acompañante terapéutico, que no sería posible cartografiar de otra manera si no hubiera una construcción de cotidianeidad con el trabajo, con los pacientes, con la propuesta?», se preguntó.
También, la Decana precisó la conveniencia de no ser una isla, para lo cual mencionó que la FHAyCS integra la Asociación de Unidades Académicas de Psicología, donde muchas veces se discutió el tema de la profesión liberal que implica el Acompañamiento Terapéutico, principio con el que reiteró su punto de vista opuesto porque consideró que “es un trabajo que no puede pensarse sino colectivo”. Y ahí relacionó otro tema recomendado por la ley: la interdisciplina.
«Es muy complicada la interdisciplina como la intersectorialidad, en un espacio en el que acá se está tratando de decir cuál es la palabra fundada en la intervención del Acompañante Terapéutico. Y ese, necesariamente, es un espacio de atributo, es un espacio de decir a esto le corresponde que yo diga la palabra, no otro, y eso sin dudas es una lucha de poder por el espacio, es una lucha de poder por la palabra fundada, y es una lucha que tiene que ver con este primer principio de no subalternidad porque soy técnico. En lo que estoy planteando que podría ser el tratamiento, no estoy quitando el lugar del Psicólogo, del Psiquiatra, del Comunicador, del Terapista Ocupacional, o de lo que haya que haber en los procesos», describió la Decana para referirse al plano de las incumbencias del AT.
La construcción de la alternativa
«El otro tema es como se construye una alternativa, porque acá estamos viendo como que la alternativa fuera una situación per se, sencillo de construir. Y me pregunto a cuantas alternativas las hago desde este pensamiento hegemónico que hemos tenido acerca del padecimiento, la salud mental, y la capacidad. Es una alternativa de la alternativa o es la construcción de otra lógica de problemas que posibilita situarme en otro espacio, en otro punto para ver cuáles son las alternativas; y este también es un problema que no es de acción, sino que es de perspectiva política y por supuesto disciplinar», planteó.
«No es que ahora somos modernos entonces vamos a ver que dice el paciente, o la familia, o que dice Freud; si no cual es la lógica sobre la cual este sujeto que emerge, lo hace con migo que soy el profesional, el técnico, que tiene que decir una palabra para transformar esa situación y no para mantenerla; para comprenderla y no para explicarla, para tener cuestiones de intervención mucho más heurísticas y profundas que explicativas en sí mismas», deslizó Badano. Además agregó: «El tema del sujeto de derecho es cómo se construye, como emerge el presente, como emerge el sujeto. Sabemos muy bien que para que algo no exista, para que algo no tenga posibilidad, hay una operación para que eso sea así y no es un hecho de ausencias».
«Hay acá una batalla cultural por seguir planteando, muy importante y cada uno en ese lugar. Dese la Facultad queremos muchísimo a esta profesión, también la de Psicogerontología, que pensamos que son una base fundamental para la ley, que muestran caminos, inserciones y horadadas que otros espacios no lo dan, donde los dispositivos están más consolidados y acá están en proceso de búsqueda. Consideramos que el trabajo colectivo supera a cualquier súper talento individual y que si la realidad está por hacerse, las disciplinas están haciéndose, los Acompañantes Terapéuticos de una manera en la cual egresaron, buscaron una ley y se colegiaron, ahora están buscando una manera de tener presencia pero también de seguir descubriendo el hacer», concluyó.
Al finalizar el Panel se habilitó un espacio de preguntas y respuestas entre el público y los disertantes.
Segunda Mesa y Conferencia Principal
La Segunda Mesa se denominó «Formación Académica del Acompañante Terapéutico. Fundamentos para una reforma curricular». La misma estuvo a cargo de la Comisión de la Escritura del Nuevo Plan de la Tecnicatura en Acompañante Terapéutico. En esta instancia participó como disertante la secretaria académica de la FHAyCS, Prof Liliana Barsanti y la Prof. Marta Martínez, representante del programa de autoevaluación y reforma curricular, acompañadas por la Lic. Andrea Flory, titular del seminario en Acompañante Terapéutico, y la AT Yamina Crespo del curso de ingreso.
Palabras de la Secretaria Académica de la FHAyCS
La Secretaria Académica inauguró el panel, recuperando el proceso del que surgió la reforma del plan de estudios de la tecnicatura, enmarcado en el Programa de Autoevaluación y reforma curricular y la Normalización de la Universidad. Hizo énfasis en el posicionamiento político y epistemológico desde el cual se sostuvo, desde el enfoque de derechos, en particular en este caso, el derecho a la educación, la cultura y la salud.
«Un proceso de cambio curricular implica la movilización de todos los actores que forman parte de una carrera, docentes, estudiantes y egresados. Esto implica poder interpelar las prácticas como docentes y dar lugar a debates teóricos epistemológicos del campo así como poder pensar desde las prácticas de nuestros egresados las inserciones que desde la comunidad y el propio medio va requiriendo, en función de los cambios estructurales, de las políticas, y de la adecuación a los contextos en términos de formación. Es lo que intentamos hacer desde el Programa, teniendo en cuenta que esta carrera se dicta en tres sedes de nuestra facultad, con localizaciones y perfiles diferentes, lo que complejiza aun más el proceso», expuso Barsanti.
Con referencia al proceso que tuvo como resultado el nuevo plan de estudio de la Tecnicatura en Acompañamiento Terapéutico, la Secretaria Académica señaló: «La labor conllevó también relevar de algún modo esas experiencias que posibilitaron visibilizar la carrera al interior de la Facultad y especialmente de la sede Paraná, donde la carrera estaba muchísimo más diluida, invisibilizada, en relación al fuerte peso de la Licenciatura en Psicología. Pudimos pensar y tramitar cómo la tecnicatura en Acompañamiento Terapéutico era para nosotros una carrera masiva, con muchísima matrícula y muchísima inserción social pero que en el tránsito de la formación no tenía suficiente definición con muchos espacios curriculares que se compartían con la licenciatura. Esto de algún modo fue una de las cuestiones más fuertes que aparecían en el proceso de reflexión y debate y formó parte del horizonte de sentido en la modificación de la nueva propuesta curricular».
En su alocución, la docente hizo referencia al contexto en el que se debatió la reforma curricular: «Discusiones epistemológicas, discusiones conceptuales, perspectivas teóricas a abordar, posicionamientos políticos y las propias políticas académicas de la Facultad, orientadas fundamentalmente a la inserción en nuestro contexto territorial, a la producción de ciudadanos universitarios comprometidos con su tiempo y fundamentalmente a la garantía de la permanencia de nuestros propios estudiantes son compromisos que traccionan también a los procesos de reforma al interior de las carreras y que a veces no están presentes en la construcción de la disciplina, en el día a día en la enseñanza de las cátedras pero que es necesario ponerlos sobre la mesa para poder entender el sentido de las modificaciones curriculares».
«Poder pensar en términos curriculares esta cuestión interesante donde se disputan sentidos del conocimiento en la universidad pública, sentidos de la formación en la formación en la universidad, sentidos del propio desarrollo disciplinar y sentido de las prácticas, que fue uno de los ejes fundamentales en los que se termina condensando esta propuesta curricular.», finalizó
Posteriormente, Marta Martínez expuso algunos ejes del trabajo del Programa y algunas características del proceso de trabajo, así como también desarrollo el diseño por núcleos temáticos problemáticos, que estructura todas las nuevas propuestas curriculares de la Facultad. «Lo que teníamos muy claro era esa indiferenciación de la Licenciatura y la primer labor fue pensar en cuál es la especialidad, cuáles son los límites de este campo para poder pensar en qué profesional se quería formar», afirmó.
Finalmente, hubo un espacio de intercambio con las disertantes, quienes respondieron sobre matriculación, incumbencias del título, consolidación de la formación, entre otras.
La Jornada «Acompañamiento Terapéutico: formación y regulación de la práctica»concluyó con la Conferencia Principal, a cargo del Lic. Gustavo Rossi, coordinador docente de la cátedra Fundamento Clínicos de acompañamiento terapéutico de la UBA. El conferencista desarrolló el tema «Regulación académica, marco jurídico y posición ética del AT. Debates cruciales en esta etapa histórica».
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