Es sabido que en la ESMA «se machacó la sustancia humana» (Rodolfo Walsh), que en ese lugar se trituró la dignidad de las personas, pero aun así, a pesar de las capuchas y los grilletes existieron espacios para celebrar la amistad, la ternura, donde no se apagó la esperanza ni la convicción primera de que mundo mejor, por el que tanto se había luchado, era posible.
Un ejemplo de ello es la arrugada y clandestina esquela que para el día de su cumpleaños, en un brindis imaginario, Enrique Ardeti le hace llegar a Victor Basterra, ambos secuestrados en las mazmorras de la Escuela de Mecánica de la Armada. Esa nota decía lo siguiente:
«Levanto esta copa de vino, amigo
vino del bueno y bien fresco
como esta amistad que hoy se construye.
Brindo por vos y por mí
por nosotros
y por todos
habitantes del silencio ,de la espera
de la eternidad del tiempo
y brindo por un próximo amanecer
de colores nuevos, de renovada ternura
de alegrías inagotables
y extiendo mis brazos , para
confundirme con vos
en este abrazo imaginario»
Victor Basterra , obrero gráfico y fotógrafo es quien rescata este arrugado papelito y recuerda además, que fue Ardeti quien le dijo : «Negro, si salís vivo de esta, que no se las lleven de arriba» ; mandato que lleva consigo como una fraternal orden de este admirado y querido compañero. Basterra ha cumplido con creces, sus testimonios han sido claves en los juicios y condenas a decenas de genocidas.
Otra joven prisionera en la ESMA, Ana María Testa, también recuerda al «gordo» Ardeti y cuenta que en medio de la mayor tristeza le brinda esperanzadas palabras de aliento, elogia la belleza de sus ojos y le da fuerzas para resistir, porque según sus propias palabras: «todo lo mejor estaba por venir».
Enrique Ardeti fue un duro y curtido dirigente obrero, nació en Gualeguaychu en el año 1934. Su abuelo Salomón, fue uno de los fundadores del Centro Cultural Sirio Libanés de nuestra ciudad.
La historia de Ardeti se entronca con las mejores tradiciones de lucha de la clase obrera argentina, se vinculó tempranamente a los grupos de la Resistencia Peronista, protagoniza en el año 1959 una gran huelga en los Astilleros de La Plata , por ese motivo es despedido junto a 180 trabajadores; sufre a partir de entonces una fuerte persecución política y gremial. Trabajó en el Frigorífico Swift, en Armour, en Propulsora Siderúrgica y en YPF, pero lo vuelven a echar cuando alguien reflota su expediente con los antecedentes de la gran huelga de los astilleros. Fue un activo militante de la CGT de los Argentinos y estuvo vinculado a dirigentes gremiales y políticos como Raymundo Ongaro, Jorge Di Pascuale, Alfredo Ferraresi, Ortega Peña y otros.
El 6 de Agosto del año 1979 fue secuestrado en la ciudad de Florencio Varela por un «Grupo de Tareas» de la Armada, tenía entonces 46 años ,sin dudas es el mayor de los desaparecidos de nuestra ciudad, casi simultáneamente secuestran a su compañero y amigo Raymundo Villaflor con quien compartía un taller de reparaciones de artículos electrodomésticos .
En este nuevo aniversario del golpe genocida del 24 de marzo de 1976 recordamos a los 21 desaparecidos de nuestra ciudad y a los 30.000, y en forma particular a este «duro» obrero peronista «habitante del silencio», «de renovada ternura» que tuvo la convicción revolucionaria, hasta el último aliento de su vida, que un Próximo amanecer de colores nuevos, para todos llegará.
Osvaldo Delmonte
*Proyecto de Investigación de la FHAyCS(PIDAC): Configuraciones de Vida cotidiana en dictadura. Un estudio de las memorias de la represión en las ciudades de Paraná, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú.