A mediados del año pasado desde el Área de Comunicación Institucional realizamos una entrevista para una publicación que no fuera concretada. Es así que a un mes del fallecimiento del entrañable Mario Giménez compartimos esta nota inédita.
«Se destaca su pasión por la enseñanza, y además su compromiso con los valores democráticos, la educación pública y los procesos de constitución de la Universidad»
PROFESOR DESTACADO 2011- FHAyCS UADER
El Prof. Mario Giménez (primero a la derecha) en el homenaje que realizó la Facultad de Humanidades a los Profesores Destacados, en noviembre de 2011.
La Universidad Autónoma de Entre Ríos fue creada en el año 2000, en diciembre de 2003 concluyó la primera etapa del proceso político que había emprendido ese recorrido fundacional. Durante los últimos nueve meses de esa etapa estuvo a cargo del decanato de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales el Profesor Mario Giménez, un docente con una amplia trayectoria en el sistema educativo entrerriano. El Área de Comunicación Institucional de la FHAyCS entrevistó al Prof. Giménez para compartir algunas vivencias de aquellos primeros años de la vida de la institución.
- ¿Usted participó del proyecto de creación de la UADER?
- En un principio no estaba de acuerdo con la creación de la UADER, quería que el profesorado pasara a ser universidad pero no crear una universidad así como se hizo, sino ir paulatinamente abriendo carreras de acuerdo a las necesidades educativas de la provincia. Como estaba de rector en la Escuela Alberdi pasé a formar parte de lo que se llamaba el consejo académico del nivel medio y superior junto con las Escuelas Almafuerte, Normal de Paraná, el Colegio Histórico de Concepción del Uruguay y el Colegio de Crespo.
Pensábamos que tenía que haber escuelas medias universitarias de preparación para la universidad pero no que estas fueran incluidas repentinamente como finalmente se hizo.
- ¿Qué significó para esas escuelas su inclusión en la universidad?
- Implicó un desafío importante y también una necesidad de reacomodamiento de la gente, porque no se tenía muy en claro cual era la idea de un profesor de una escuela universitaria. La principal preocupación eran los concursos, la mayoría de las escuelas pidieron la titularización masiva de los docentes, había un cierto temor por la estabilidad laboral y hacia a los concursos.
En el año 2000 se creó la universidad y pasamos a depender de ella, primero designaron a Susana Castagno como delegada organizadora del Rector en la Facultad de Humanidades Artes y Ciencias Sociales, luego se hizo cargo temporalmente del decanato el rector de la universidad, Américo Gonzélez, hasta que finalmente me designan al frente de la Facultad. En un principio me había negado a aceptar el cargo pero finalmente asumí.
- ¿Qué expectativas había en ese momento, en la Facultad, de todo el proceso de creación de la UADER?
- La expectativa que había era de temor a la situación laboral. Había profesores que no tenían título universitario, en realidad la mayoría eran de formación de nivel terciario, egresados de las mismas carreras del profesorado y tenían mucho miedo de ser reemplazados por docentes que tuvieran título universitario.
- ¿Cómo se logró encausar esta situación?
- Primero se consideró la situación de los profesores transferidos, se asumió el compromiso de llamar a concursos esos cargos pero una vez que esos profesores se hubieran jubilado o retirado.
Específicamente, en lo que respecta a las escuelas medias, se consiguió la titularización masiva de docentes de ese nivel de las escuelas de Música, de Artes Visuales, del Histórico Colegio de Concepción del Uruguay, de la Escuela Normal, de Alberdi y de Almafuerte. Para poder acceder a esa titularización, los profesores debían reunir ciertas condiciones como 5 años de antigüedad en el cargo, concepto no inferior a muy bueno, y contar con el título específico de las materias.
- De esa manera se va allanando el camino para ir profundizando el proceso…
- Para ir rediscutiendo, porque la estabilidad del profesor era un tema, la gente peleaba por su lugar
- ¿La aprobación del reglamento de concursos ordinarios se aprobó durante su gestión?
- Sí. Fue un proceso muy discutido por el Consejo Consultivo de la Facultad Hubo mucha oposición al reglamento pero logramos aprobarlo casi al final de la gestión, y ese reglamento se siguió aplicando para designar a los nuevos profesores en las carreras nuevas.
Luego vino la etapa de reunir el currículum de los profesores para analizar quienes estaban en condiciones de acceder a los concursos. Se hizo un relevamiento de esos legajos, se evaluaron los antecedentes de los profesores para ver si estaban en condiciones de acceder a la categorización según la normativa aprobada. Esto continuó luego en la gestión de Tarulli.
- ¿Cómo era la predisposición a participar en los órganos colegiados como el consejo consultivo y los consejos de carrera?
- Para los docentes transferidos fue toda una novedad porque antes existían los jefes de departamento pero no la coordinación, era otra visión pedagógica y política. La gente se acomodó rápidamente a poder votar y a poder elegir; el consejo consultivo costó introducirlo pero después, cuando la gente vio que la participación era favorable y que era un ámbito donde podían tratar los problemas específicos de las carreras y de los concursos, vieron que esto era diferente a lo que estaban acostumbrados.
- ¿A partir de la UADER se modificó el protagonismo político de los estudiantes?
- En el profesorado había centros de estudiantes pero no con la fuerza y la multitud que significó el centro de estudiantes de psicología. Hubo gente muy capaz en los centros de estudiantes que colaboraron bastante porque había un diálogo fluido, discutíamos mucho y también nos peleábamos.
- ¿La conformación de la estructura académica de la facultad a partir de la transferencia de los Institutos terciarios, como incidía en la configuración de la identidad de la FHAyCS?
- Al principio era un problema bastante difícil de superar pero después, cuando la gente empezó a ver cuales eran los objetivos, las propuestas, las posibilidades y las ventajas que tenían; entonces fueron aceptando la nueva conformación y esto le fue dando una identidad a la Facultad de Humanidades. Durante los tres primeros años costó mucho lograr el sentido de pertenencia a la nueva institución, era un tema muy complejo porque había escuelas como la de artes o música que eran muy cerradas y muy autónomas, que habían pertenecido al Consejo General de Educación, y adaptarse a la nueva institución les resultaba muy complejo.
- ¿Qué visión tiene de la UADER, habiendo pasado 10 años de su creación?
- En un principio tenía muchas dudas respecto a esta universidad, habiendo dos o tres universidades más en la provincia. Pero después vi que esta universidad daba respuestas académica y universitaria a muchísima gente que de otra manera no podía ir a estudiar fuera de la provincia, como es el caso de la carrera de Psicología. En eso debo apoyar a la UADER porque significó la posibilidad de que mucha gente pudiera estudiar.
- ¿De qué universidad le gustaría que hable la historia cuando se refiera a la UADER?
- Con una universidad donde los alumnos tengan representatividad y los profesores puedan trabajar cómoda y libremente, me parece fundamental también que puedan contar con toda la tecnología. Sueño con una universidad abierta, democrática y participativa.
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