Los días viernes 26 de abril y 3 de mayo se desarrolló en dos jornadas un Seminario-taller de elaboración de exámenes de lengua extranjera a cargo del Prof. Adrián Canteros. La propuesta, trató de ser un punto de encuentro entre las lenguas que forman el consejo de las Lenguas Romances: Francés, Italiano y Portugués. A la convocatoria se sumaron Alemán e Inglés del Centro Intercultural de Lenguas Extranjeras (Cilen) que transcurren en otros espacios pero pudieron confluir y trabajar en esta oportunidad una misma problemática.
El espacio, que estuvo destinado a profesores y estudiantes, tuvo como objetivos: reflexionar acerca de las prácticas evaluativas desde la teoría y desde la empiria, tomar consciencia de la necesidad de considerar los aspectos técnicos en la construcción de pruebas, identificar los aspectos relevantes de las Especificaciones de exámenes en los niveles meso y macro. Además, analizar y proponer diferentes escalas y criterios/descriptores de evaluación.
Con el propósito de conocer más acerca del desarrollo de las jornadas en nuestra facultad, Comunicación Institucional dialogó con el Prof. Adrián Canteros, docente dictante del seminario-taller
CI-¿En qué consistió la propuesta?
AC- Lo que estuvimos haciendo en este seminario –taller es reflexionar sobre una práctica que es común en el campo de la enseñanza de idiomas que es el tema de las pruebas. En general, primero trabajamos el tema de la evaluación como un proceso más amplio. La prueba es una problemática que convoca muchos saberes y muchas dificultades. Las experiencias aquí en la facultad han sido interesantísimas, de intercambio, con diálogo. A nivel de la propuesta se han mostrado muy interesados, fueron resolviendo los trabajos a partir de las guías que se les propusieron. Hemos podido reflexionar todos juntos acerca de la problemática. Los objetivos han sido reflexionar, ver los problemas que ha tenido cada docente con la aplicación, el diseño, la elaboración, la corrección y finalmente el análisis de los resultados de las pruebas. El primer encuentro fue más de naturaleza teórica para explicitar concepciones de lengua, de evaluación, de prueba. En este sentido, lo que me sorprendió gratamente es que a pesar de ser de diferentes lenguas extranjeras, todos compartimos más o menos los mismos referenciales teóricos. La segunda parte fue más de naturaleza práctica para reflexionar tanto sobre las pruebas en si a partir de documentos, como eventualmente de proponer guías de acción para resolver esa problemática.
CI- ¿Por qué son importantes experiencias como esta?
AC-Todos los espacios de formación, de capacitación son bienvenidos. Por una cuestión de formación pedagógica creo que todas las experiencias, las positivas y las negativas, son ámbitos de aprendizaje. El hecho de que la gente aspire a seguir avanzando en la construcción del conocimiento, en ver como ese conocimiento realmente pueda tener aplicación en la práctica o por lo menos para cuestionarlo, para cuestionar teorías o prácticas heredades; me parece que es muy positivo.
CI- Respecto al tema central que se abordó en estos encuentros, ¿en qué radica la diferencia entre evaluación y prueba?
AC-La evaluación es un proceso muchísimo más complejo que la prueba. En definitiva, como categorías teóricas, la evaluación se realiza con diferentes instrumentos, el examen y dentro del examen la prueba es uno de ellos pero muchas veces no es el mejor. Hay muchos cuestionamientos sobre si las pruebas verdaderamente son útiles para medir lo que se pretende medir, genera una situación artificial en el aprendizaje. Cuando uno conoce bien el aprendizaje sabe que no es una cosa lineal, avanza y retrocede; por lo tanto la prueba es siempre una fotografía de un momento determinado y muchas veces se toma eso como evidencia de algo que no es evidencia, entonces la prueba se ha burocratizado mucho, tiene muchas aristas, muchas instancias diferentes. Lo fundamental es desmitificar la prueba y tratar de ver cómo dentro de la evaluación existen otros instrumentos que pueden llegar a ser, no sé si más útiles, pero pueden complementar la perspectiva que te da la prueba. La prueba es una construcción cultural, es un instrumento y como todos los instrumentos puede ser susceptible de perfeccionar. Lo importante es tener conciencia de lo que el instrumento puede dar y lo que el instrumento no puede dar, eso es fundamental en el campo del aprendizaje. La prueba no siempre revela aprendizaje o en todo caso habría que ver qué es lo que uno considera aprendizaje, si reproducir algo de memoria significa haber aprendido; por ello me parece que la prueba tiene sus ventajas y sus limitaciones.
CI- ¿Qué balance puede hacer de estas jornadas que reunieron a asistentes de las más variadas lenguas que se dictan en la FHAyCS?
AC- Lo extraordinario de que en esta jornada se encuentren desde distintas lenguas es la riqueza de perspectivas, los puntos de vista diferentes, poder ver cuáles son las problemáticas de las diferentes enseñanzas y las problemáticas de la evaluación y de la prueba. No todos los docentes evalúan lo mismo, no todos parten de las mismas concepciones respecto de lo que es el conocimiento de una lengua, de lo que es una prueba, de lo que es la evaluación y eso hace que en definitiva, al compartir, al explicitar esas visiones se pueda penar en las propias representaciones, en las creencias de cada uno y por lo menos predisponerse a someter a examen esas propias representaciones. Esto es, en definitiva, uno de los caminos del aprendizaje. Una condición fundamental del aprendizaje es estar sometiendo permanentemente a crítica las representaciones que uno va construyendo sobre un campo en particular a medida que va avanzando en el conocimiento de eso.
::Comunicación Institucional FHAyCS UADER