Aportes del Programa de Educación Sexual Integral en las Escuelas ante la difusión de imágenes y videos en las redes

El equipo pedagógico que lleva adelante la implementación del Programa de Educación Sexual Integral (ESI) en las Escuelas de la FHAyCS, ha formulado algunas consideraciones con respecto a la divulgación de imágines y videos con cierto contenido sexual que circulan en las redes sociales, un comportamiento que se ha tornado cada vez más frecuente. Si bien hay ciertas prácticas que son inherentes a la intimidad de las personas, la exposición de las mismas a través de dispositivos virtuales ponen en riesgo la vulnerabilidad y la privacidad de los individuos.

Las profesionales del Programa de ESI de la FHAyCS plantean interrogantes y posibles respuestas, alertando acerca de los riesgos que se toman a la hora de exponer la privacidad en el mundo virtual y el impacto que dicha exposición puede generar en el entorno de las personas, máxime si el mismo está referido al ámbito de la institución escolar. Del mismo modo, las especialistas en educación sexual plantean el compromiso que tienen los adultos y educadores de asumir la responsabilidad ética de reflexionar y favorecer actitudes críticas y responsables en los jóvenes con respecto al uso de las redes sociales, y sugieren algunas ideas, a modo de guía, para trabajar con los/as estudiantes.
El siguiente es el contenido propuesto por las integrantes del Programa de Educación Sexual Integral de la Secretaría de Escuelas de la FHAyCS – UADER para introducir al debate acerca las responsabilidades y riesgos que traen aparejado la publicación de imágenes en las redes sociales:

¿Por qué la difusión de imágenes y videos con cierto contenido sexual es un problema que nos interpela?

Cada vez es más frecuente el envío de fotografías y videos con cierto contenido de nivel sexual, a través de celulares y redes sociales (conocido como sexting), tanto que casi no nos sorprende. Pero, si ese alguien lo conocemos de otro ámbito, y si ese ámbito es la escuela, la noticia no tarda en llegar a cada rincón de la institución. Docentes, no docentes, directivos, familiares, estudiantes… todos comentan la noticia, el rumor se corre…, se comparte la información, se hacen especulaciones, chistes, y se le agrega todos los aditamentos posibles.

¿Cuáles son los riesgos?

La difusión de estos contenidos representa diferentes amenazas, tanto para el adulto como para el/la menor, por ejemplo la pérdida de control de la difusión, por la exposición que explica, cyber bulling, cyber acoso, extorsiones, riesgos físicos y riesgos psicológicos, entre otros. Subestimar estos riesgos es un exceso de confianza que tiene caras consecuencias, el sexting coloca a las personas en situación de vulnerabilidad.

¿Qué es lo que nos llama tanto la atención? ¿Qué nos provoca? ¿Es cuestionable moralmente? ¿Debemos actuar institucionalmente? ¿O no debemos decir nada aunque todos hablen del tema oscilando entre posiciones de aceptación y de espanto?

Como adultos comprometidos con la educación, con los derechos de los niños/as y jóvenes, y con la educación sexual integral creemos que situaciones como estas nos incumben, nos interpelan frente a la tarea de educar.

¿Qué transmitirle a los jóvenes? ¿Cómo convertir este episodio en un hecho educativo? ¿Cómo hacer del “chismerío de pasillo” un detonante de la reflexión, un punto de partida para hablar de temas como la sexualidad, la privacidad, el respeto frente a las opciones sexuales, el acoso sexual, la pornografía, etc.? ¿Cómo abordarlo con la debida seriedad y respeto?

Las redes sociales son muy utilizadas actualmente. Allí circula todo tipo de información; información que a veces escapa de nuestro control y alcance. Es necesario asumir la responsabilidad ética que nos cabe como adultos y educadores, cuestionarnos el uso que hacemos de las redes, como así también interactuar en nuestra práctica educativa reflexionar sobre este tema para favorecer actitudes críticas y responsables.
Preguntarnos cada uno que nos pasa con esto y cuál sería el mejor modo de posicionarnos en la práctica educativa, quizás sería un buen comienzo. En este sentido desde los Lineamientos Curriculares para la Educación Sexual Integral aparecen como premisas importantes:
-La efectiva necesidad de hablar del tema y de las inquietudes que el mismo desencadena en espacios cuidados y contenedores como podría ser el aula, el taller de ESI, u otros. Allí poner a jugar valores como el respeto para abordar la temática, para referirse a los implicados, y para escuchar y plantear los distintos puntos de vista que puedan existir.
-Dejar de alimentar la cadena del “chisme” donde el rumor, entre ficciones y verdades, va construyendo reales modos de tramitar la sexualidad, el deseo, el placer.
-Evitar los juicios de valor y discursos morales en relación al hecho en sí, enfocando más bien en las temáticas que lo atraviesan o que aparecen como cercanas: la privacidad y el cuidado en nuestra vida en general, y en la sexualidad en particular; la diversidad en los modos de tramitar el placer y la sexualidad de modo respetuoso y respetado; el sexo en las redes sociales, la pornografía, el modo en que nos referimos a la vida sexual del otro y a la nuestra.

Es necesario visualizar a la escuela hoy, como uno de los lugares privilegiados para contener y albergar a los niños/as y jóvenes. Esto implica de parte de los adultos que las conforman, responsabilidades pedagógicas, emocionales, éticas y legales frente a cualquier situación conflictiva que pueda vulnerar alguno de los derechos en juego.

Si creemos que tenemos algo para transmitir a nuestros estudiantes, podemos aprovechar las situaciones que cotidianamente se nos presentan en la escuela para hacer algo al respecto. Que sea la presente una invitación para algunos y un reconocimiento para los que ya lo vienen trabajando.

Proponemos abordar este emergente desde la política del cuidado, la prevención, valorando la importancia de preservarnos unos a los otros desde la cultura de la privacidad. Como sostiene Phillipe Meirieu: “En la educación se trata de hacer para que el otro haga”, y esto no es posible a menos que haya adultos que ayuden a construir esos marcos para el aprendizaje.

Ideas a reforzar con lo/as estudiantes:
- Piensa dos veces antes de publicar, esto no tiene vuelta atrás.
- El envío de información por celulares o a través de las redes sociales, implica perder su control y su destino.
- Tomar conciencia de que al crear, enviar una imagen o video de esta índole, lo convierte en partícipe activo del hecho.
- También es importante eliminar aquellas de este estilo que hayas recibido.
- Cualquier incidente conversarlo con un adulto responsable.

Programa de Educación Sexual Integral Escolar – FHAYCS – UADER.
Mg. Laura Van Dembroucke – Psic. Julieta Arias – Lic. Laura Follonier – Mg. Marìa Celia Alasino

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