El Charango nos remite a la historia de la Conquista, surge a partir de instrumentos traídos por europeos a América, los cuales fueron imitados y adaptados por nativos. Así, surge durante el Siglo XVI, estimativamente en territorios de lo que hoy sería Perú y Bolivia, constituyéndose como un patrimonio de los pueblos andinos.
La llegada del Charango a la Argentina se da como producto de la masa inmigratoria proveniente de Bolivia, en una primera etapa en las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán, de la mano de movimientos de obreros que llegaban a trabajar a las Zafras Tucumanas. Posteriormente se expande a un sector urbano de la provincia de Buenos Aires con las inmigraciones bolivianas a territorio bonaerense. Un ejemplo emblemático es el del Músico Jaime Torres, destacado en el uso del charango, hijo de padres bolivianos, nacido en Tucumán y desde muy chico radicado en Buenos Aires.
El charango ha estado arraigado a la cultura popular latinoamericana, su interpretación fue trasmitida por generaciones a través de la cultura oral, de un instrumentista a otro y muchas veces relegado en las currículas académicas de la ortodoxia musical.
En la Escuela de Música
A partir de 2009 el músico Nicolás Micheloud, comenzó a realizar gestiones en la Escuela de Música, Danza y Teatro «Prof. Constancio Carminio» y en la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (FHAyCS), con el fin de poder abrir un espacio institucional donde trabajar la formación en este instrumento. Luego de años impulsando el proyecto, para 2014 la FHAyCS abre en la institución una primera instancia donde comenzar a esbozar la formación institucional en el instrumento nacional: Talleres de Charango.
Con cuatro horas semanales, los talleres llegaron a contar con 12 participantes, en su mayoría adultos mayores, personas allegadas a la música, con una dinámica distendida y flexible en relación a lo que demanda una carrera.
Para el 2015 comienza una revisión de los planes de estudio del nivel medio de la Escuela de Música. En ese marco, los Talleres en Charango pasan a ser incluidos dentro de la Formación Vocacional en Instrumento, abriéndose así un proceso institucional de integración del Charango en el recorrido educativo.
En la actualidad la Formación Vocacional Musical en Instrumento Charango se encuentra transitando por su segundo año, cuenta con cinco inscriptos en el primer año y cuatro en el segundo. Semanalmente deben cursar cuatro horas en instrumento, sumado a otras materias obligatorias de la formación como Lenguaje Musical y Práctica Coral. Los participantes son jóvenes, adolescentes y niños que comienzan a transitar una formación intensiva musical en el manejo del instrumento nacional.
Al respecto Micheloud, Profesor de la materia Instrumento Charango en la institución, sostuvo: «Celebro el espíritu de la Facultad de incorporar nuevos instrumentos y nuevas estéticas, el instrumento no es sólo el sonido que emite, sino la identidad de la cual es portadora. En ese sentido estoy agradecido a la institución de poder tener la posibilidad de desarrollar dentro de un ámbito académico un instrumento tan nuestro».
«Algo que me gusta poner en valor es que no es sólo una escuela de música, sino una escuela de música del litoral, marca por ahí una apertura institucional, una apertura social que va canalizando esas cuestiones y las va conduciendo hacia la sociedad. Eso para mí es valiosísimo, primero como intérprete del charango y después como estudiante, como miembro de esta comunidad, que se valorice el trabajo que uno viene haciendo de la mano de un instrumento así y ser el nexo entre esa política institucional y la gente de acá», indicó.
:: Comunicación Institucional FHAyCS|UADER