Encuentro académico pedagógico en la Escuela Normal

El salón de actos de la escuela fue el escenario en el que un público multitudinario, integrado por diferentes generaciones, se cobijó bajo los recuerdos que inspiran la celebración de los 145 años de la institución. Estuvieron presentes estudiantes, docentes, ex-alumnos, ex-directivos y ex-docentes de la institución, además de autoridades de UADER, de UNER, del Consejo General de Educación entre otros. Carlos Skliar, Pablo Pineau y Rosario Badano integraron un panel. La conmemoración también contó con la intervención artística de la Escuela de Música, Danza y Teatro «Prof. Constancio Carminio» de Paraná.

publico encuentro normal

La directora del Nivel Secundario de la Escuela Normal «José María Torres», Prof. María Isabel Nuñez, fue la encargada de dar la bienvenida a los presentes en nombre de los tres niveles educativos que conforman la institución. En sus palabras, expresó: «Queremos destacar que en nuestra escuela se realizaron las experiencias inaugurales del sistema educativo argentino. El nuestro es un imaginario fundacional donde se comenzaron a escribir los relatos iniciales de los mitos de cómo es lo del pasado y como es llegar al futuro para la mirada del siglo XIX».

Entre las consideraciones vertidas, la Directora afirmó: «Aquí echó a andar la aventura pedagógica argentina, que desde su fundación organiza el escenario en el cual se respira el discurso educativo moderno nacional, bajo el liderazgo normalista. Una empresa tan ambiciosa no podría haber existido sin las tensiones, la densidad y proyección de los procesos sociales.

Finalmente señaló: «La Escuela Normal fue y es un territorio rico en debates, lo religioso, lo positivista incluso ciertos componentes anarquistas y socialistas estuvieron discutiéndose entre ricas experiencias. Esta escuela está llena de marcas que son el resultado de la experiencia vivida por generaciones siempre presentes en nuestra cultura escolar».


El encuentro continuó con un panel de especialistas en materia académico-pedagógica, quienes abordaron los siguientes ejes temáticos: formación de formadores, escuela y educación pública, educación y juventudes. A continuación se ofrece una reseña de las diferentes conferencias.


Historia de la Educación Pública. La Escuela Normal hoy. (Dr. Pablo Pineau)
El conferencista se remontó a los inicios del Normalismo para explicar que las escuelas normales se denominan así porque «consideran el sentido de la norma como el método correcto. Sarmiento pensaba que los maestros que había heredado del siglo XIX, tanto de la colonia como de la época de las guerra civiles estaban mal formados, no tenían un buen método y había que formarlos en la norma que era el método correcto».

Pineau

Uno de las grandes marcas del Normalismo, definidas por Pineau, es la formación de «docentes homogéneos e intercambiables». «Esto es: se va un maestro, entra el siguiente y no hay grandes cambios porque todos tienen la misma formación, los mismos saberes; son totalmente intercambiables porque lo importante es que el sistema siga funcionando».


A partir de la caracterización mencionada precedentemente, la docencia se vuelve una ocupación única: «el docente solo se ocupa de la docencia. Si uno se va un poco más atrás, se puede ver como durante mucho tiempo docente, sabio, sacerdote y anciano eran categorías que no estaban diferenciadas», compara.
Pablo Pineau: «El Normalismo se va a constituir en un impresionante motor de ascenso social. Es la posibilidad de romper con el destino de origen».


Otra de las marcas del Normalismo, es que el magisterio va a ser confiado a mujeres, principalmente provenientes de clases medias bajas. «Es un dato muy importante porque el Normalismo se va a constituir, sobre todo en espacios urbanos, en un impresionante motor de ascenso social. Es la posibilidad de romper con el destino de origen», sostiene.
Considera Pineau que «en el origen del Normalismo está la feminización del trabajo docente, lo cual marca un hito importante en la historia de las políticas de género en la Argentina. Estas marcas son centrales para entender al Normalismo, estas corrientes de clases y de género como otras tantas cuestiones», afirma.


Pablo Pineau caracteriza a los normalistas por tener «un amor desmedido por la escuela y una pasión por la cultura escrita». Asegura que para ellos «la única forma de recuerdo válido es la palabra escrita; hay un convencimiento de que la escritura, y que la escritura correcta además, es la que va a producir un buen saber».


En el relato del panelista, se identifican dos tipos de obras que muy comúnmente son producidas por los normalistas. Una de ellas son las memorias: «Esas memorias siempre recuerdan a la escuela como lo mejor, hay una fascinación por haber pasado por la escuela normal. La escuela es lo que les permitió romper con el destino de origen, por ende lo que voy a hacer como normalista es imponerte la escuela porque es lo mejor que te puede pasar».


«Hay una militancia social en la imposición de la cultura escolar, en la idea de que para mí es lo mejor que me pasó. Y acá hay una categoría muy interesante para pensar el Normalismo y es la idea de la imposición de derechos. La escuela pública en la Argentina, y su gran ejército que lo lleva a cabo, los normalistas, se basan en un símbolo, en una contradicción, que es una imposición de derechos», enfatiza.

Y la otra gran obra en la que se destacan los normalistas es en la escritura de libros de lectura. «Un maestro se consagraba cuando lograba hacer un libro de lectura y sobre todo si es de lectura inicial. Si lograba hacer un dispositivo para que los niños aprendieran a leer y a escribir, era una vida consagrada, había cumplido», menciona el especialista.


El Dr. Pablo Pineau define al Normalismo en oposición al lujo, al derroche aristocrático, y también a la brusquedad de los sectores populares. «El normalista va a intentar oponerse tanto al lujo como a la brusquedad, y va a establecer un gusto medio que encarna y que va a imponer como condición para que cada uno pueda llegar a incluirse en la sociedad. El normalista dice: quiero una sociedad donde todos puedan alcanzar los derechos establecidos en la constitución, pero para que puedas alcanzarlos vas a tener que aceptar los moldes de comportamiento que la escuela te propone, y si no los aceptas te los impongo», sintetiza el panelista a modo de ejemplificación.


Para finalizar este intento de síntesis de los principales conceptos desarrollados por el Dr. Pablo Pineau en su conferencia, se destaca el desafío que plantea a partir de esta recorrida por las entrañas del Normalismo: «Toda esta matriz tiene que ver con la cuestión histórica y con qué hacemos a futuro, como seguimos avanzando. Mucho de lo que dije está presente hoy y, tal vez, la gran pregunta es qué hacemos con esto que hemos heredado», concluye.


Los niños, las niñas y jóvenes en la escuela pública hoy. (Carlos Skliar)
La conferencia del Dr. Carlos Skliar propone un recorrido imaginario por lo que denomina las travesías escolares. «Es decir intentar entender el presente a partir de una suerte de metáfora del viaje que no es ni un paseo, ni un recorrido, ni un camino recto, ni una cronología; sino una historia que está matizada por tres palabras muy extrañas que son: el quizá, el casi, y el sin embargo», comienza relatando.
«De algún modo lo que quiero marcar es una puerta de entrada a esta travesía que pone la escuela en una tonalidad de presente, siempre que el presente no sea un aquí y ahora estrecho, poco generoso. Estoy hablando de un presente terriblemente alargado que, como dicen los filósofos, es el único tiempo en que es posible pensar», explica.

Skliar se plantea como «única condición posible para pensar el pasado y el futuro, y por supuesto para sentir, percibir y actuar, el encontrarle sentido al presente. Porque sin un sentido en el presente, postergando permanentemente el sentido hacia el pasado utópico o el pasado nostálgico o hacia el futuro prometeico, lo que ocurre es que el presente no tiene sentido y eso explica muchísimos períodos de insatisfacción, incomodidad y aburrimiento en grandes masas ya no de maestros comunes, de maestros cualquieras, sino de niños cualquieras que revelan esa insatisfacción por la pérdida del sentido presente que, repito, es el único tiempo en el cual algo puede tener sentido», argumenta.


Para comenzar a transitar esa travesía, Skliar hace una valoración de la escuela pública, rescatando lo público de la escuela. «Ese lugar común, ese sitio, ese espacio, ese tiempo donde se ha hecho visible la enorme e intensa heterogeneidad de la vida que, por suerte, nos ha quitado de nuestra vida pequeña, de nuestra vida acotada, familiar y nos ha permitido entrar en el mundo de lo otro, en el mundo de la alteridad, y gracias a eso poder pensar más allá de nosotros mismos». Y además añade: «Digo entonces que es ese sentido de lo público en la educación, y no la defensa de la escuela pública, lo que transforma el presente en cuanto al sentido que le queremos dar. Lo público no como una característica adosada a la escuela, sino como un tipo de gesto que es lo contrario a lo secreto, a lo privado, a pactos espurios; es lo contrario a una confesión, es en todo caso un secreto a voces».


Carlos Skliar: «Lo público de la escuela es lo que tiene que torcer el destino natural de las vidas singulares»
Describe el conferencista que «en esa travesía con la cual queremos contar un presente de sentido, que reviste un carácter público en educación, el principio fundamental es que estas escuelas también han nacido pero deben sobrevivir bajo la óptica de una transformación que, a mi modo, de ver es conmovedora, es original y es casi el ultimo y el único lugar a donde se puede producir lo que en términos coloquiales podemos llamar un cambio de suerte».

También sostiene que «si lo público de la escuela no existiera, estaríamos todavía viviendo o sobreviviendo el orden natural de las cosas que dice que aquellos seres desgraciados serán desgraciados toda la vida; y uno puede decir que, justamente, lo público de la escuela es lo que puede cambiar esa mala suerte en otras suertes; porque sabemos que aquellos que nacen con buena suerte ya tienen la travesía trazada de antemano».

Skliar

«Cuando uno dice que lo público de la escuela es lo que tiene que torcer el destino natural de las vidas singulares, lo que quiere decir es que reconoce en la memoria de aquellos que han existido, y vivido en las escuelas públicas, una intensa transformación de su suerte. En ese sentido, marco el distanciamiento entre ese pasado natural, un presente público y un futuro a construir», asegura Carlos Skliar, entre otras tantas definiciones desarrolladas en su conferencia y que también aquí se intenta extractar.


La formación docente y el impacto que ha tenido en la Escuela Normal. (Mg. María del Rosario Badano)
Para cerrar el panel, dirigió la palabra la decana de la FHAyCS, Mg. María del Rosario Badano. «Celebramos en este 2016 los 145 años del inicio de las clases y estamos dispuestos a convertirlo en un acontecimiento de encuentro, de producción, de escucha y también de alegría», comenzó diciendo, a la vez que hizo mención de las diferentes acciones desarrolladas desde la FHAyCS, previas a la conmemoración del aniversario de la Escuela Normal, entre las que destacó la puesta en valor del edificio pero también de los proyectos educativos, de las prácticas y del legado. «Hemos asumido esta puesta en valor, repensando la educación, los planes, el espacio cultural que constituye este patrimonio que se conforma además con las representaciones, identidades y proyectos de las distintas generaciones que transitan este espacio», indicó.
«En esta institución, como ninguna, se expresa en el encuentro que se produce en su historia y en sus múltiples presentes en la que habitan concretos futuros», expresó la Decana. Además de recordar que el Consejo Directivo de la FHAyCS, el año pasado, resolvió que se reconozca a la Escuela Normal como Cuna del Magisterio, en cuanto a su presencia en la génesis del sistema educativo y el compromiso sostenido en la formación de maestras y maestros, y en la educación pública.


María del Rosario Badano: «Ciento cuarenta y cinco años después la Escuela Normal mantiene en vigencia la laicidad, el sentido de lo público y la gratuidad»
Badanó puso énfasis en que la Escuela Normal fue una herramienta indispensable para la educación laica, pública y gratuita. «Ciento cuarenta y cinco años después mantiene en vigencia la laicidad, el sentido de lo público y la gratuidad que implican hoy inclusión, democracia y justicia social en la densidad compleja que cada uno de estos conceptos implica», indicó.


«Tenemos historia porque tenemos memoria, y esa memoria nos habla de una institución en la que han convivido diferentes pensamientos pedagógicos, diferentes sujetos y diferentes esquemas organizativos. Una escuela habitada por diferentes niveles en lo que ha sido posible trabajar y crecer», precisó.


Al referirse a los 16 años de la transformación de la Escuela Normal «José María Torres» en preuniversitaria, al pasar a formar parte de la UADER, la Decana caracterizó ese tránsito como «años de trabajo, de análisis de problemáticas, de construcción de propuestas; años de desafío para pensar la infancia, los adolescentes, los jóvenes, los adultos». Además agregó: «La presencia de la Universidad en cualquier institución educativa y social posibilita el ingreso a diferentes mundos, conocimientos y prácticas, a asumir protagonismo en el ejercicio de la ciudadanía universitaria».


En ese marco, Badano también enumeró una serie de propuestas que se han ido materializando a lo largo de estos últimos años, como son «la articulación de las carreras de la Facultad con los niveles de la escuela, que nutre y precisa la mirada sobre diferentes temáticas educativas, proponiendo miradas colectivas. Muchas de las cosas hechas en términos de propuestas, que no son actividades porque tienen una direccionalidad de sentido política, educativa y social como el acompañamiento a los jóvenes para el ingreso, la democratización en todos los niveles a partir de la conformación del Consejo Escolar, de los Centros de Estudiantes. Sin embargo hay desafíos que nos comprometen como es ampliar el derecho a la educación, no solo promoviendo mejores posibilidades de acceso al conocimiento, sino profundizando las trayectorias de los trabajos sobre las trayectorias educativas, promoviendo la circulación de saberes entre el grado y posgrado», especificó.


«Como dijera al principio, este acontecimiento nos encuentra en diferentes lugares, con nuevos espacios y con convicciones intactas. Nos encuentra alentando propuestas e ideas, sentido del trabajo en que las maestras y profesoras se juegan toda la vida. Nos encuentra en la formación sostenida en la que el conocimiento, los niños y los jóvenes tienen centralidad. Nos encuentra en el compromiso y la apuesta de una educación pública que no solo reconoce herederos sino que cada una de nosotras hoy comienza este trayecto, inquietante y certero, hacia el cercano futuro de las nuevas utopías realizables en los próximos 145 años», aseveró la Decana de la FHAyCS en su participación en el panel.

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