¿Quiénes somos?
La política institucional y académica de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales se sustenta en el compromiso con el derecho a la educación, concebido como un bien público y social, un derecho humano universal y una responsabilidad de los Estados. Somos partícipes de un momento histórico político que ha permitido transitar un proceso de profundización y ampliación de derechos garantizados por el Estado. Este camino de democratización de la vida social coloca a los estudios superiores como un derecho universal, al que todes deberían acceder, por lo que es necesario transformarlo en real, material y concreto.
La propuesta se sostiene en la concepción de una Universidad que dispute el sentido público y político del conocimiento, que ampare las singularidades de los “nuevos”, que acompañe las subjetividades juveniles emergentes, posibilitando el encuentro intergeneracional para la construcción de proyectos colectivos de transformación social.
Estos propósitos requieren de diferentes estrategias para la resolución de problemáticas del ingreso, la permanencia y la graduación de les estudiantes, así como los momentos en las trayectorias estudiantiles, en los cuales es preciso posicionarse y trabajar institucionalmente. Concebir la universalización de las condiciones para acceder, permanecer y egresar conlleva el compromiso de los diferentes actores y políticas que intervienen en el contexto institucional.
Nuestra apuesta es trabajar en la construcción de estrategias y políticas institucionales para abordar las diferencias y posibilidades de acceso a la educación de cada ingresante, y el sostenimiento del trayecto académico que se han propuesto.
Entre los objetivos del Programa, se encuentran
- Contribuir a la democratización de la educación universitaria a través de políticas que garanticen el acceso, la permanencia y la graduación de les estudiantes.
- Promover la creación de espacios y condiciones para el ejercicio efectivo del derecho a la educación universitaria, a través de dispositivos y prácticas que posibiliten a les estudiantes condiciones para el ejercicio de ciudadanía universitaria.
- Garantizar el acceso y el sostenimiento de prácticas de inclusión social y educativa tendientes a la justicia social y curricular en la universidad.
El PIPE contiene diferentes proyectos en los que se trabajan líneas de acción que incluyen
- Planificación, gestión y organización del Curso de Ingreso.
- Acompañamiento en la construcción de estrategias y prácticas de enseñanza en el ingreso, permanencia y graduación de les estudiantes-
- Ingreso a la FHAyCS por artículo 7mo. de la Ley de Educación Superior
- Acompañamiento y sostenimiento de las trayectorias universitarias de les estudiantes en la construcción de la ciudadanía universitaria, y el acceso a las lógicas de formación de cada una de las propuestas académicas.
- Diseño de acciones con perspectiva de discapacidad en la accesibilidad física, comunicacional y académica.
- Difundir e interpretar las normativas académicas existentes en relación a la vida universitaria, desde un enfoque de los derechos humanos con perspectiva de género.
- Generar acciones de intervención y articulación con áreas y programas de diversas sedes de la facultad, para el abordaje de temáticas y problemáticas de diversas índoles.
- Coordinación del proyecto Tutoría de pares.
Proyectos destacados del Programa de Ingreso, Permanencia y Egreso
Equipo de trabajo
Coordinador: Lic. Caminos Andrés J.
Integrantes del equipo
Prof. Acosta Carla
Dra. Petric Natalia
Lic. Ruaimi Naomi
Lic. Sampietro Juliana
Prof. Schonfeld Natalia
Mg. Schvab Brenda
Prof. Trevisan Alejandra
Dirección
Sub dirección de escuela primaria, Escuela Normal (esquina Corrientes y Andrés Pazos) y Anexo de la FHAyCS en Calle Misiones 267.
Horarios de atención
Escuela Normal: de Lunes a Jueves de 13:30 a 19:30hs y Viernes de 15 a 17hs
Contacto
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Más información acerca del Programa
Problematizar y analizar las configuraciones institucionales nos invita principalmente a mirar a les ingresantes que llegan a nuestras aulas. Les investigadores sobre el tema coinciden en que les docentes y las universidades poseen un imaginario de estudiante universitario que se relaciona con el “alumno” y el capital cultural “esperado”. Sobre este andamiaje se desarrolla un sistema institucional de expectativas respecto de los conocimientos, habilidades y hábitos académicos críticos que se presuponen que les estudiantes ya poseen y, por lo tanto, no son materia de enseñanza (Ezcurra, 2005). En las franjas sociales donde ese capital cultural no está presente se generan “dificultades por desconocimiento”.
En este sentido, podemos ubicar al primer año como tramo crítico en la situación de permanencia de les estudiantes. En el mismo confluyen las prácticas y representaciones de les docentes y actores institucionales acerca de lo que “debe ser” un estudiante universitario, como así también el imaginario y las expectativas de les propies estudiantes y sus familias.
Muchas veces las expectativas se relacionan con esperar de les estudiantes que al ingresar a la universidad sepan “estudiar”, “aprender” y “pensar”, planificar, organizar y aprovechar el tiempo de estudio o que lo logren de manera espontánea. Esto impacta particularmente sobre el colectivo de estudiantes que se hallan en contextos de vulnerabilidad social, quienes usualmente constituyen la primera generación de sus familias que ingresa a nuestra Universidad. Así también se espera “el dominio del rol de les estudiantes”, la capacidad de reconocer y responder a las expectativas de les docentes en materia de desempeño y a los parámetros de evaluación implícitos.
Sin embargo, el tránsito por el primer año en la universidad conlleva el aprendizaje de un oficio, el ser estudiante universitario, lo que pone en tela de juicio esos imaginarios. El proceso de pasaje entre el nivel secundario y el superior supone para les jóvenes un proceso complejo que involucra toda una serie de esfuerzos en aquello que podemos considerar un proceso de afiliación a un nuevo contexto.
Este proceso puede extenderse a lo largo de todo el primer año de estudio o más, hasta adquirir el dominio de las nuevas reglas de la institución a la que ingresa.
La afiliación permite al estudiante la conformación de una identidad colectiva estudiantil, que conlleva un doble proceso: una filiación institucional que permite la comprensión de los dispositivos formales que estructuran la vida universitaria y una filiación intelectual o cognitiva que posibilita la comprensión de lo que se espera de elles, por parte de les profesores la Institución, los códigos de trabajo intelectual, como prueba de su estatuto de estudiante.
Democratizar la Universidad implica intervenir en las desigualdades sociales y educativas que constituyen a quienes ingresan, por lo que es preciso abordar la cuestión del acceso, la permanencia y graduación con dispositivos que acompañen la construcción de su nuevo oficio y los tránsitos hacia la afiliación. En este sentido el Programa se propone promover estos procesos a partir de prácticas que incluyan a les estudiantes en la cultura universitaria y el diseño de estrategias para el acceso académico. Para ello se garantiza la implementación de dispositivos pedagógicos que comprometan a docentes y a otros actores institucionales en prácticas académicas.