«Los hombres son individuos, personas, tienen apellidos que pueden transmitir. Algunos son "grandes": "grandes hombres". Las mujeres no tienen apellido: sólo nombre de pila. Aparecen confusamente, en la penumbra de grupos oscuros. "Las mujeres y los niños", "primero", o al costado, o afuera, según el caso» (Michelle Perrot).